Mi India☽
Ir a la India cambió mi percepción del mundo, me abrió la mente y el corazón.
Todos me preguntaban por qué elegí la India entre todos los lugares del mundo.
Siempre me atrajo mucho, pero no tuve la respuesta hasta que regresé a casa...
Las primeras semanas en la India pueden ser difíciles, pero sigue así y mantén la mente abierta.
Abre tu corazón a las personas que conoces y no construyas muros a tu alrededor.
Solo cuando me abrí a la India y gané la confianza de la gente local, mi vida cambió y comencé a vivir mi India.
Una vez que descubrí la increíble diversidad de la India y rasqué debajo de la superficie, me encontré en una tierra como ninguna otra y me enamoré de ella.
Espiritualmente este país es increíble, los ríos, las montañas y los animales son todos adorados.
Templos e iglesias forman parte del paisaje y las caléndulas decoran los santuarios que ensucian las calles.
La raza y la religión no se dividen, los hindúes celebran con los budistas, los budistas celebran con los cristianos, los vecinos son amigos y las comunidades son familia.
Me fui con amigos para toda la vida y la mayoría de ellos no tienen ni la mitad de lo que yo tengo en casa, pero la felicidad y las risas llenan sus corazones.
Esta comunidad pone en perspectiva todas las cosas que tienes o crees que no tienes.
La gratitud que obtienes al pasar tiempo aquí convertirá lo que tienes en suficiente y la lucha de su gente por la supervivencia y el reconocimiento es inspiradora.
Este país fue elegido para enseñar compasión al resto del mundo y personalmente gané mucho siendo uno de sus estudiantes.
Decidí viajar solo y descubrirme a mí mismo y a la India.
Viajar solo es una oportunidad para explorar tu personalidad.
Es una oportunidad para que hagas una introspección sobre tus pensamientos, sueños, fortalezas y limitaciones.
¿Qué tal explorar a pie, qué tal quedarse con los lugareños, qué tal tener la oportunidad de formar nuevas amistades, qué tal viajar en taxis compartidos? ¿No suena emocionante?
También puedo decir que esta experiencia me ha dado momentos fantásticos para toda mi vida, lo que me ha convertido en una persona fuerte pero compasiva de corazón.
Hoy, estoy agradecido por lo más pequeño que tengo en mi vida.
Cuando ves a personas que viven en condiciones extremas y aún son lo suficientemente valientes como para sobrevivir, tiendes a dejar de inventar excusas para tu propia vida.
Hubo momentos en que luché, me rebelé, luché pero nunca me rendí, NUNCA.
¿Y sabes qué?
Derramé muchas más lágrimas cuando llegó el momento de abordar mi avión de regreso a Italia que al comienzo de mi aventura.
